jueves, 28 de febrero de 2013

28 de febrero: Natalicio de Antonio Guzmán Blanco

Natalicio de Antonio Guzmán Blanco

Antonio Guzmán-Blanco (Caracas, 28 de febrero de 1829 - París, Francia, 28 de julio de 1899), conocido como "El Ilustre Americano", fue un militar, estadista, caudillo, diplomático, abogado y político venezolano, partícipe y general durante la Guerra Federal y presidente del país en tres ocasiones (1870 - 1877, 1879 - 1884, y 1886 - 1887).
Ha sido considerado como el más grande ejemplo o representación del "Autócrata Ilustrado", dada su innegable capacidad para promover el progreso en su país, su extraordinaria preparación y su amplio bagaje cultural, pero siempre manteniendo la plena intención de concentrar el poder en su persona, creando una extraordinaria hegemonía política sobre el país que se extendió durante casi dos décadas.
Pertenecíó a la corriente denominada "«Liberalismo Amarillo»", la cual el mismo desencadena y consolida a lo largo de su hegemonía y que le permitió extender sus influencias políticas hasta los últimos gobiernos pertenecientes a la misma, como lo fueron los de, Juan Pablo Rojas Paúl, Raimundo Andueza Palacios, Joaquín Crespo e Ignacio Andrade, terminando con la caída de este último en 1899, a causa de la Revolución Liberal Restauradora, que le permite a Cipriano Castro ascender al poder.

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La Guerra Federal
La Guerra Federal, también conocida como Guerra Larga o Guerra de los Cinco Años, fue el enfrentamiento militar entre tendencias conservadoras y liberales en la Venezuela del siglo XIX. Considerado como el enfrentamiento bélico más longevo de la Historia de Venezuela.
Guzmán Blanco, inicia una fuerte reagrupación, presionando y convenciendo a los generales y caudillos leales al federalismo para que reconozcan su autoridad, lo cual finalmente logra y de esta manera, pasa a disponer de una vasta serie de tropas e inicia una serie de ofensivas militares, todas exitosas que progresivamente inclinan la balanza a favor de los liberales. En el proceso Guzmán Blanco además comienza a agrupar su base de poder, logrando asegurar la lealtad de numerosos jefes miliares, políticos y empresarios, con lo cual pasa de ser un diplomático y militar a ser un auténtico caudillo, el más poderoso caudillo surgido de la Guerra Federal.
La Autocracia Guzmancista
El Guzmanato, como es conocido por los historiadores, fue el período de la Historia de Venezuela, que se extiende por casi 20 años, durante el cual, prevaleció la portentosa hegemonía de Antonio Guzmán Blanco.

Este período tiene por principales características, un evidente estilo de gobierno autocrático, represivo para con sus adversarios y la oposición, una adulación y alabanza excesiva hacia la figura de Guzmán Blanco, materializada a través de eventos, celebraciones, manifestaciones públicas de reconocimiento y adoración para con el Ilustre Americano, la creación de instituciones con su nombre en ellas y que creaban premios sólo para otorgárselos e inclusive llegaban de otorgarle cargos y títulos honorarios. También fueron notorios los cambios de nombres que sufrieron estados, parques y demás lugares, rebautizándolos en su honor y la desmedida construcción de monumentos, estatuas y demás proyectos de infraestructura, todos ellos dirigidos hacia su persona.

No obstante, a pesar de todos los rasgos negativos presentes, es justo afirmar que el gobierno de Antonio Guzmán Blanco, fue el primer gobierno que trajo a Venezuela, el ideal del Estado Moderno, con todo lo que implica. Bajo la férula de Guzmán Blanco disminuyó notablemente la fragmentación política, se forjó un nuevo marco institucional y un flamante aparataje cívico, se comenzó a organizar la burocracia y determinarse las instancias del régimen civil, en un ensayo que busca asemejar a Venezuela, para con el modelo de los Estados europeos de la época.
Esta autocracia se divide en tres períodos de mandato personal, El Septenio (1870-1877), El Quinquenio (1879-1884) y el Bienio o Aclamación Nacional (1886-1888). Además, entre los tres mandatos, se hayan gestiones liberales por el mismo Guzmán Blanco inspiradas, cuyo objetivo original es la de cuidar el país y la silla presidencial mientras el dictador se haya ausente en el país, es decir, por definición y concepción, son gobiernos títeres, en los cuales, Guzmán Blanco siguió siendo la figura política predominante en él país. Son estos los gobiernos de Francisco Linares Alcántara y Joaquín Crespo, característicamente opuestos, dándose en el primero la primera reacción antiguzmancista, mientras que en el segundo el país se mantuvo fiel en líneas generales.
Primer Gobierno de Guzman Blanco (1870-1877)
Comprendido por 7 años, desde el 27 de abril de 1870, cuando derroca el gobierno provisional de Guillermo Tell Villegas, hasta el 27 de febrero de 1877, cuando se realizan elecciones presidenciales y resulta electo su mano derecha Francisco Linares Alcántara, siendo esta una estrategia para perpetuarse en el poder de forma indirecta, el Septenio, corresponde al período más longevo de los tres gobiernos que el "Gran Autócrata Civilizador" tuvo.

Tras la Revolución de Abril, con el apoyo del pueblo, las alianzas con la burguesía comercial y los caudillos, le permitieron a Guzmán Blanco, disponer de una situación óptima para materializar su visión de Venezuela. Proclamado por el Congreso como El ilustre 
Americano, su posición y heroicidad, fueron elevados al mismo nivel que el "Libertador" Simón Bolívar y es colmado de honores y reconocimientos, el gran general asume la presidencia, primero provisionalmente y luego de acuerdo a la "Constitución de 1862" o la "Constitución Federal", para ejercerla por un período de cuatro años, es así como Guzmán Blanco comienza a gobernar.
Segundo Gobierno (1879-1884)
Guzmán Blanco asume su segundo período presidencial en medio de una dificultosa situación. Los altos círculos financieros, empresariales, terratenientes y la clase media y media alta venezolana, cada vez más creciente, anhelan su retorno, deseosos de recuperar la muy beneficiosa situación económica y de estabilidad interna que Guzmán mantuvo durante el Septenio, enturbiada gracias a la incapacidad de Alcántara y José Gregorio Varela para liderar al país. Al morir inesperadamente Francisco Linares Alcántara Guzmán decide regresar al país, tras el aplastante éxito de la Revolución Reivindicadora que restaura el culto a su persona, presentándose en las elecciones de diciembre de 1878 y resultando electo por gran mayoría en el congreso.
Asume el poder en 1879 para gobernar hasta 1881, pero en 1880 reforma otra vez la constitución aprobando la reelección inmediata del presidente y siendo reelegido para gobernar hasta 1882. Luego en las elecciones de 1882 resulta fácilmente reelecto presidente para gobernar hasta 1884.

Tercer Gobierno (1886-1888)
En su tercer y último gobierno ganó la presidencia en las elecciones de 1885 para gobernar un bienio de 1886 hasta 1888, de manos del Consejo Federal, que lo eligió tras el regreso de Europa del Ilustre Americano, el cual se debía a que un grupo de estudiantes, intelectuales y personalidades políticas, militares y empresariales organizaron una "Aclamación Nacional", con la cual le rogaron por su regreso.
Este período no fue igual a los dos anteriores, ya que debió enfrentar una nueva generación de intelectuales y de jóvenes estudiantes, quienes organizaron una fuerte oposición a su gobierno, la cual Guzmán Blanco hubiese reprimido fuertemente sino fuese por su delicado estado de salud, el cual finalmente lo lleva a renunciar, retirándose antes de concluir su mandato. Sin embargo, su influencia prosiguió, hasta el punto de proponer ante el Consejo Federal al Doctor Juan Pablo Rojas Paúl como presidente para el período constitucional 1888-1890.
Después de su Muerte
Una de las obras de Construcción más famosas del Guzmanato, es indudablemente el Panteón Nacional, nacido de la remodelación y reconstrucción de la Iglesia de la Santísisma Trinidad y concebido para ser el lugar de descanso eterno de los Grandes Héroes de patria.
El 11 de febrero de 1876 Guzmán Blanco ordena el traslado de los restos de los próceres y ciudadanos eminentes de Venezuela al Panteón Nacional, que el mismo había reacondicionado.
Hasta ese entonces, los restos de varios Grandes de la Patria ya se encontraban en la antigua Iglesia de la Santísima Trinidad, tales como el Marqués del Toro, y de hecho, para la fecha en que se inauguró el Panteón Nacional propiamente, ya muchos próceres estaban reposando allí, como José Gregorio Monagas, Manuel Ezequiel Bruzual, Ezequiel Zamora, Juan Crisóstomo Falcón y Andrés Ibarra. Además decreta que todo aquel que hubiese ocupado la presidencia, tenía por ley el derecho de reposar en el Gran Mausoleo de la Patria, al momento de su muerte, pero tras la desaparición de Guzmán Blanco de la vida publica, el país cae de nuevo en el desorden y a la fecha de su muerte, el decreto, no es aplicado a él mismo, siendo enterrado en Francia.
El 31 de julio de 1899, el presidente Ignacio Andrade emitió el decreto por el cual los restos del General Antonio Guzmán Blanco, debían ser trasladados a Caracas desde París, para que tuvieran eterno descanso en unas de las tantas obras que había sembrado en el país, pero esto no sucedió. Más tarde el General Manuel Antonio Matos, yerno de Guzmán, quiso traerlo pero fue absorbido por la Revolución Libertadora en contra de Cipriano Castro. Durante sus 27 años de mandato, Juan Vicente Gómez ignoró el asunto, al igual que Eleazar López Contreras. Este ultimo, según cuenta la historia, no quiso gestionar la repatriación porque comparó el gobierno de Guzmán Blanco y el de Gómez y determinó que ambos habían sido igual de dictadores.








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